Viva la Gracia !
Elogio de la alegría en colores barrocos y tradicionales

¡Viva la Gracia! es una oda a la alegría, un homenaje a las comunidades que han dado forma y color a los paisajes sonoros de la actual Bolivia. Este diario de viaje atraviesa el tiempo, entrelazando las celebraciones de hoy con los ecos del pasado, para imaginar las festividades coloniales con músicos españoles, africanos e indígenas compartiendo un mismo aliento, como en un sueño de frágil armonía.
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Desde el siglo XVI, los villancicos de remedo florecieron en la península ibérica, cruzando el océano para extenderse por las tierras de América Latina. Estos cantos, llenos de risas y de esencia sagrada, acompañaban principalmente las fiestas de Navidad. A través de sus melodías, ofrecían una mirada musical sobre “el otro”, imitando con ternura o picardía los acentos, las danzas y los ritmos de quienes pueblan este vasto mundo.
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A lo largo de los siglos, esta fascinación por “la otredad” sigue viva. En pleno siglo XX, los músicos bolivianos integran estos legados en composiciones donde se entretejen elementos característicos de rítmicas africanas, armonías barrocas y melodías andinas. Estas influencias se expresan en músicas impregnadas de sincretismo, donde el fervor sagrado dialoga con pulsiones terrenales.​
Bajo un cielo donde la Virgen y la Pachamama se confunden, los ritmos populares se elevan, llevados por una gracia que parece descender de lo divino al tiempo que resuena en el ímpetu de los cuerpos danzantes. Estas músicas, aliento sagrado y oración viva, encarnan un abrazo entre lo celestial y lo terrenal, al mismo tiempo que reclaman el reconocimiento de voces largamente olvidadas.